«DIARIO DE UNA SILLA»

Una serie fotográfica que pretende acercar al espectador el vértigo que supone sentirse atrapado en un artefacto con el que no resulta fácil tener una relación de afecto. El piloto de estos vehículos tiene que fabricarse un itinerario a través de un territorio que no ha sido diseñado para él.

Desde una silla de ruedas se aprende a mirar a la gente elevando la mirada y a recibir la suya desde arriba, como si te la vertieran. Cuando se observa detenidamente a una de estas personas, es necesario imaginar el esfuerzo diario que ejecutan para acceder a su asiento y desde allí al mundo y el desasosiego que puede ocasionarles la continúa contemplación de seres erguidos que caminan por sí mismos. Sólo así se puede valorar justamente su enorme mérito y cada sonrisa, cada palabra amable o cada caricia que nos dediquen. Son como todos, quieren ser felices y esperan ser respetados. Ser diferente no es un problema, el problema es ser tratado diferente.

No siempre la vida es el camino de rosas que esperamos, a veces el destino nos lleva hacia la desesperación. Pero el ansia de superación nos hará ver el horizonte recto y las puertas que antes estaban cerradas ahora están abiertas para caminar hacia la luz.

Gracias a todas/os las/os que habéis participado en este proyecto, especialmente a Fernando Tejedor por tu inestimable colaboración.